{CHENLAY} 月光





Titulo: 月光
Autora: C.L.H
Género: Yaoi
Rating: NC-17
Advertencia: Ninguna~
N/A: Escrito para mi mejor amiga.Sabes que estoy ahí. Siempre. No lo olvides (no me olvides).
Resumen: "Así nomás. Porque para mí, tú sobrepasas lo precioso. Tú eres perfecto".
~*~


Disimulo no verlo a través del reflejo del espejo, mientras el menor hacia lo posible de forma nada cautelosa entrar a hurtadillas a la sala y quizá pegarle un susto. Vio mientras se reía para sus adentros como entraba con los pies en puntillas y caminando lentamente hacia él, cuando estaba a centímetros suyos y con las manos listas para un futuro ataque de cosquillas o algo parecido, soltó un divertido —Jongdae-shii si crees que no te he visto desde hace 5 minutos, te equivocas— haciendo que el nombrado tropezara con sus propios pies al pegarse un susto y acabar con el rostro pegado al piso de parqué.

Se permitió reírse de la cara del vocal por unos segundos antes de que este se levantara del suelo con algo de dificultad y lo viera con una mueca en la cara mientras intentaba no doblarse de la risa.

— ¡Yah! ¡Hyung, no es divertido!-se quejó, limpiando su ropa de un inexistente polvo—solo porque viste mi reflejo en el espejo. No es nada justo.

—No es nada justo, porque esto ni siquiera es un juego Jongdae.

—Bueno, quizá sí, ¡pero ya verás la próxima vez!—le advirtió mientras volvía la vista al lugar donde había tropezado, sentándose de un solo movimiento —Tú serás el que besé este suelo y seré yo el que me ría de tu cara.

—Sigue soñando pequeño. Ahora, ¿me puedes decir que haces a estas horas acá? ¿No se supone que te deberías haber ido con los demás?—.

—Primero, no me llames pequeño, hyung—volvió a quejarse haciendo un puchero—ya me basta con escucharlo de JoonMyeon-hyung. Si hay pequeños aquí son Tao-shii, Jongin y Sehunnie así que resérvame el derecho de negación a ese adjetivo.

—…

—…

—Jongdae, ¿has estado leyendo?

— ¿Por qué lo preguntas?

—No creí que tuvieras tantas palabras en tu vocabulario a parte de las notas musicales.

— ¡Yah! ¡¿Estas insinuando que no tengo vocabulario?!

No pudieron evitar reírse ambos esta vez. Le gustaba eso del menor; le gustaba la confianza y la libertad de hablar con él sin la necesidad de tanto formalismo como a veces lo tenía con YiFan o hasta Luhan, que siendo su mejor amigo, no quitaba que fuera su mayor y le pedía respeto algunas ocasiones. Dejaba que el menor le hablara de la forma en la que quisiera, sabiendo cuales eran los límites sin necesidad de decirlos.

—Ya, en serio, —se calmó del ligero ataque de risa— se supone que debes estar ya en tu cama o molestando a quien sabe.

—Me tome la libertad de venir en persona a molestar a mi persona favorita—. Soltó el menor con una sonrisa gatuna—, ¡Nah! Quería practicar un poco más unas partes de las nuevas canciones del álbum. Pensé que me iban a dejar solo pero Luhan-hyung me dijo que también te habías quedado a practicar la coreografía de Overdose, así que vine aquí pero nada resulto como planeo—, finalizo con un puchero de tristeza fingida.

— ¿Cómo vas con eso?—pregunto algo preocupado. Sabia de las exigencias que este álbum le traía al menor y estaba lejos de no querer saber cómo estaba.

—Ahí—su voz sonó con un dejo de cansancio—con algunos altibajos, pero tenemos que terminar de grabar este álbum de una maldita vez.

— ¿Pero estas bien, no?—. Era cierto que el también pertenecía a la sub vocal y ya tenía en la agenda, en la libreta de notas y hasta en el celular las letras de las cinco canciones del mini-álbum que iban a sacar pero como "leader dancer" tenía el deber de literalmente, saber a la perfección la coreografía de la canción principal para poder ayudar a otros que quizá no compartían su habilidad, como cierto joven sentado frente a él, a aprendérsela sin equivocarse. Tanto Jongdae como Luhan pasaban casi todas las horas de prácticas encerrados en los estudios mientras ellos escuchaban como las notas desde las más bajas a las altas, salían de ellas. Eso era lo que lo preocupaba; porque de un momento a otro escuchaba a una nota quebrarse y veía a Tao llevando muchas botellas de agua hacia los estudios.

—Si hyung, no te preocupes—esbozo una sonrisa sincera, de aquellas que convertían a los ojos del menor en medias lunas y le provocaban algunos retortijones de estómago— hasta ahora vamos muy bien.
Bueno, esperaba creerle cuando dejara de escuchar a su voz estrangularse cuando quería lograr alcanzar una voz muy alta.

—Estaba leyendo las letras—, comento de la nada recordando una en especial—y me llamo la atención una, donde tienes a cargo los falsettes.

—¡Oh! Moonlight. La verdad que es preciosa, sé que me exige quizá demasiado pero bueno, creo que no hay mucha diferencia con la que hice con Jonghyun-hyung.

—Exacto, esa. ¿En serio estás seguro?—la preocupación al parecer no se le iba a ir—recuerdo que estuviste en cama cuando grabaste esa canción; te exigió demasiado Jongdae.

—Hyung, basta. — le mostro otra sonrisa para demostrarle que no lo decía de malas maneras—Somos cantantes, es lo que tenemos que hacer. Escogí esto y cargare con todo lo que acarrea. Por otro lado muchas gracias por tu preocupación pero tú también tienes una que otra nota algo alta ahí.

—Nada comparado a lo que tú debes hacer—no evito la mueca de tristeza que se le dibujo en el rostro—espero que todo vaya bien.

—Todo irá bien—. Susurro el menor acercándose lentamente a su lado para al último tomar su mano suavemente.

Se quedaron en silencio por unos minutos; como si aquella tranquilidad pudiera calar en ambos, darles la fuerza de seguir adelante con todo eso, darles la seguridad de que todo iba a salir como querían.

— ¿Por qué eres muy bueno?—se escuchó de repente. Yixing no pudo evitar dejar escapar una suave risa.

—No soy muy bueno Jongdae, solo me preocupo por todos ustedes.

—No, no es cierto. JoonMyeon hyung, Chanyeol-shii, hasta los pequeños se preocupan por todos, pero tú eres diferente. Tu eres muy bueno, me atrevería a decir que casi entregado a cada uno de nosotros y que decir a tus fans.

—Eso no es cierto. A veces no les puedo dar la alegría que esperan a cada una. A veces no cumplo sus expectativas, quizá no sonrió tanto como puedo para hacerlas sonreír a ellas, Quizá, no doy lo mejor de mí para que a ustedes, a Luhan y a ti, no los exijan tanto como lo hacen. No soy tan bueno, esperan mucho más de mí.

— ¿No te das cuenta? ¿Acabas de escucharte? Yixing hyung, eres casi perfecto. Solo te hacen faltan las alas que tanto dicen, a JoonMyeon le cortaron.

— ¿Quién demonios dice eso?—dice con una sonrisa—Pero no, nadie es perfecto en esta vida, y mucho menos yo, voy a estar a la altura de estar cerca de algo casi perfecto.

— ¡Oh, Santos Cielos! Basta de una vez, hyung. ¿Sabes que a veces puedes resultar molesto cuando dices algo como eso o actúas así?

— ¿En serio?—inconscientemente empezó a juguetear con los delgados dedos del menor— ¿Cierto, no? Realmente puedo resultar así. Otros pensarían que no me trato como merezco.

—Pensarían no, hyung, piensan. Ya hay personas que ya piensan así que ponte de una puta vez las baterías de "lo que hago si es suficiente" y confía en ti.

Volvió a reír con sus palabras pero no quito que susurrara un —Cuida esa boca, Kim Jongdae, que soy tu mayor— y la sala volvió a quedar en silencio.

Solo sentía el contacto de la piel del menor en la suya. El calor de la palma chocando contra la palidez de su piel y los casi sordos pero fuertes bombeos de sangre de sus venas. Le encantaba esa sensación, el silencio en un completo acuerdo con el sonido de su pulso y del ajeno, la brisa suave del aire acondicionado que corría por la habitación y los leves bates de las largas pestañas del menor que tenía los ojos cerrados y quizá no sentía que lo observaba atentamente. Le encantaba Kim Jongdae. En realidad, le encantaban cada uno de sus compañeros. Cada uno era especial en su forma de ser y pensaba que no era solo casualidad que estuvieran juntos en aquel proyecto que terminó convirtiéndose en realidad y llevándolos a la cima juntos. Pero había algo en Kim Jongdae que llegaba al punto de extasiarlo. Quizá era su sonrisa tipo Cheshire, sus ojos casi gatunos o sus envolventes pestañas. O bien solo era el hechizo de aquella perfecta y sensual voz que poseía, era la forma de sonreír con los ojos o las formas de cantar cuando estaba sobre un escenario. No lo sabía, y quizá nunca lo iba a saber, Jongdae era una caja de sorpresas, nunca sabia con qué más iba a salir y sobre todo, con que más lo iba a volver a hipnotizar sin siquiera intentarlo.

—Canta—fue él ahora, el que hablo de la nada.

— ¿Qué?—lo miro algo confundido mientras seguían con una lucha tonta con sus dedos.

—Que cantes. Canta algo.

—Hyung, tu no pides así porque sí. ¿Qué paso?

¿Debería decirle que lo hipnotiza de una manera extraña y justo por pensar en eso se le antojo la idea de escuchar su voz? Debería decirle; —Kim Jongdae, me encantas de una manera que no tienes idea, y aunque sienta lo mismo por los demás, tu eres especial—. ¿Debería o no debería?

—No lo sé. Solo se me antojo escuchar tu voz al pensar en aquella canción que te exige demasiado.

— ¿Cuál de todas?—bromeo el otro.

—No es chistoso—, le reprendió viendo que el otro reía—cuida esa voz que es muy importante para todos.

— ¿Lo es?

—…Pues claro que lo es, idiota. Tu voz, tú, ambos son muy importantes, aunque más tú.

Silencio otra vez, esta vez acompañado de los ligeros sonidos de un piano sonando en la profundidad de la mente de Yixing junto a una preciosa voz perteneciente al joven a su lado.

— ¿Qué canción? —pregunta, distrayéndolo de aquella tonada que empezaba a tomar forma en su cabeza. Se gira para mirarlo y ve que sigue con los ojos cerrados.

—No lo sé. Son cinco los que tenemos que aprender. ¿Cuál te gusta más a ti?

El menor se queda en silencio de nuevo, mientras él intenta recordar que letra ya aprendió casi completamente para empezar a cantar. Tiene una necesidad de una melodía en los oídos y si Jongdae le va a negar eso, el mismo se complacerá.

Cuando se da por vencido al solo recordar vagas partes de cada canción y amonestarse a sí mismo por ser tan irresponsable en el sentido de canto, aquella voz con la que podría soñar y nunca despertarse empieza a sonar lentamente en sus oídos y a expandirse por toda la sala.

MoonLight

Recuerda el nombre porque hace unos minutos el menor la califico de "preciosa". Sabe que está cantando también las partes de Luhan y las suyas pero no le importa porque con esa voz, la canción suena mil veces mejor.

Una a una suenan las notas y se imagina a cada una de ellas flotando, volando, saliendo traviesas de los bellos labios de Jongdae. Las notas se acercan a él y poco a poco lo rodean. Quizá su imaginación ya le está jugando malas pasadas ya que una a una se acomodan en sus brazos y piernas y le sonríen. LE SONRIEN. Si, oficialmente acaba de volverse loco. Siente como si lo empujaran, como si le pidieran a gritos que le den fuerza, que le den movimiento, que le den forma.

¿Quién es él para negarles tal privilegio?

Se deja llevar, se deja arrastrar por aquellas pequeñas motitas casi invisibles que llevan el calor de los labios del menor, lo guían al centro de la sala. Ahora es el quien debe guiarlas; este es su mundo ahora. El movimiento, las ondas, el baile, él es el que manda aquí y deja que ellas solo lo guíen con la melodía.

Dentro de unos segundos se encuentra atrapado en una danza inexplicable pero casi perfecta para él. Siente a sus piernas moverse ligeramente mientras sus brazos hacen formas sin sentido alrededor suyo; su cuello se mueve ligeramente con ellos y de pronto sus piernas están formando más figuras, mucho más marcadas en el suelo. Siente que está tomando control de aquel baile casi extraño cuando siente que las notas se alejan lentamente hasta dejarlo sin guías.

— ¿Hyung?

La voz, la melodía, las notas dejaron de salir de aquellos labios perfectos de Jongdae, en cambio, salen palabras concretas de él y empiezan a curvarse en algo que conoce como sonrisa.

—Hyung, en serio, ¿está bien?

Regresa a la realidad. Jongdae está frente a él con un gesto preocupado pero al verlo algo confundido no reprime su sonrisa y lo mira casi cómicamente.

— ¿A qué universo te fuiste ahora, hyung?

Al tuyo, está tentado decirle pero se reserve ese comentario para sí mismo. Sabe del conocido apodo de "unicornio olvidadizo" que las fans y hasta sus atrevidos compañeros le habían puesto.

— ¿A dónde qué?—aún sigue confundido y se pregunta que hace en medio de la sala de prácticas.

—Hyung, estaba cantando, cuando de la nada me soltaste y caminaste hacia acá para ponerte a bailar algo extraño. Deje de cantar y acabas de… ¿despertar? algo confundido—.

—Oh—.

Si, qué más puede decir. No cree que sea seguro decirle que siguió a las notas bailarinas que escapaban de sus labios. Es más que seguro que lo tomarían por loco, o que mucha practica lo ha afectado sobremanera.

— ¡Hyung!—.

— ¿Eh?—.

—Te estaba diciendo que no eres Kai para andar por ahí como bailarina de ballet—.

—Pues sí… ¿Cómo estaba bailando?—pregunta con algo de temor. Es obvio que su reputación de bailarín está en juego.

—No tan mal hyung, pero al parecer estabas intentado sacarle coreografía a la canción que andaba cantando. No creo que a MoonLight le den una coreografía en concreto; es una balada—.

—Claro…—.

—Hyung, ¿seguro que está bien? Pareciera que hubiera sido hechizado cuando cante—, Es obvio que lo dice el menor es una broma pero esta tan cerca de su realidad.

—Quizá si—. Se aventura a decir. O quizá solo sigue con los efectos de lo que acaba de pasar—Tienes una voz preciosa Jongdae, y lo sabes—.

El menor toma un sonrojo algo violento y Yixing no puede evitar reír mientras Jongdae esconde los ojos en sus zapatillas de deporte.

—Estoy acostumbrado a que la gente me halague a mí, y no tanto a mi voz—responde después del shock de la extraña confesión—.

—Bueno, eres precioso Jongdae. ¿Así o mucho más?—.

Ok, el subconsciente, consciente y todo lo que tiene en este momento la cabeza de Yixing, le está gritando que acaba de cometer la estupidez más grande del planeta al ver por sus ojos, el rostro estupefacto y sorprendido del menor.

Su cerebro esta maquinando en este momento a mil por hora, cual es la excusa más coherente o con algo de certeza para poder explicarle bien al menor que no lo decía de esa manera, que quería decir otra cosa.

Bueno, su cerebro vuelve a entrar en coma cuando siente una suave presión en los labios, seguido de la más bella sonrisa de ojos que el menor pueda haber tenido toda su vida. ¿Cómo se respiraba?

Cree que todo lo demás no puede tener algo de significado —ni siquiera las bellas notas que salían de aquellos labios que lo acaban de probar— cuando el menor le toma esta vez él, la mano y lo acerca lentamente para susurrarle y arrastrarlo con el hacia la puerta de salida.

No creía que la persona más fascinante que pudo haber cruzado su vida y haberla convertido en una danza sin fin, aquella que le daba forma a su vida, le haya susurrado aquellas palabras.

"Así nomás. Porque para mí, tú sobrepasas lo precioso. Tú eres perfecto".


~*~





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